Ayer un amigo me contaba una
teoría loca, de esas que surgen un miércoles a la noche después de chocarte
involuntariamente con dos porrones, y que puede servirnos para el caso. Me decía
que, para él, el mundo se divide en dos tipos de personas: Los que guardan
registro minuto a minuto de su infancia y pueden narrar hechos pasados como si
hubieran sucedido hace horas, y aquellos quienes no pueden traer una sola imagen
de sus primeras vivencias conscientes sino hasta después de los siete u ocho
años. No pude evitar sentirme parte. Claramente compré todos los tickets del
grupo B.
Sin embargo hay una anécdota de mi infancia que sigue estando muy fresca, y la recuerdo como si fuera hoy. La primera vez que los escuche habré tenido unos cuatro o cinco años, en mi primer departamento, un Fo.Na.Vi de Rosario del Tala, chiquitito, acogedor, plagado de afecto. Recuerdo que estaba mi abuela -“Abuelina”, para nosotros- de visita. Me encontraba jugando en el living-comedor, en un momento dado el Pancho levanta la tapa del tocadiscos Noblex, y empieza a sonar “A hard day's nigth”. Mi temprana entrada al Mundo Beatle no pudo haber sido tan sublime.
Siempre dije que suenan infinitamente mejor en vinilo. Siempre. Porque su obra inigualable fue grabada y pensada para esa tecnología. Los Beatles son de vinilo. Son vinilo. Pueden darse el lujo de no llevarle el apunte a los avances en materia de sonido, a pesar de que el mercado intente imponer sus rematerizaciones en CD como lo nuevo y novedoso, rematerizaciones que, obviamente -a pesar de lo que digo más arriba-, intentaré comprar ni bien tenga disponibles dos mil pesos en mi mano. Y hoy, jueves 29 de Agosto de 2013, los tipos siguen siendo noticia, y siguen sacudiendo el mundo de la música: Se espera que salga al mercado un segundo álbum recopilatorio de actuaciones en directo, grabadas para una emisora de la BBC (http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2013/08/29/noticia_0035.html).
¿Cómo pueden estos muchachos británicos, 40 y pico años después, seguir generando tanta expectativa? El error quizá consista en pensarlos como “una banda de música”, y reducirlos solo a eso. Hace mucho tiempo dejaron de ser solo un cuarteto musical, que supo componer una infinidad de hits y vender discos como nadie nunca. Creo, la historia los ubicó en otra categoría: en la de MITO.
Son innumerables las historias y leyendas que aún rodean a la banda y a su obra musical. Hay casi tantas anécdotas como temas que compusieron. Leyendas, como la que sugiere que Paul McCartney esta supuestamente muerto, en la tapa del Abbey Road. Dudas sobre el origen de sus canciones, un ejemplo es ‘Lucy in the Sky whit Diamonds´, de la cual nadie termina de saber si su nombre surgió inspirado en el dibujo de una amiga de Julian, que éste hizo llegar a manos de John, o es la abreviación encubierta de LSD (acido lisérgico), en momentos en que -se rumoreaba- la banda venía experimentando con esa droga. O la duda que recae sobre si ‘Eleanor Rigby’, personaje ficticio según el mismísimo McCartney, existió realmente o no. Es que años después de la separación de la banda apareció un supuesto documento firmado por la Sra. Eleanor, lo que volvió a desatar la polémica, a pesar de que Paul declarara públicamente que “Eleanor Rigby es un personaje totalmente ficticio, producto de mi imaginación, Pero si quieren probar que un personaje ficticio existe, no me molesta en absoluto”. Anécdotas de a montones: El Álbum Blanco, en realidad se iba a llamar “A Doll’s House”, pero otra banda británica de rock progresivo llamada “Family” saco, apenas meses antes, un disco titulado “Music on the Doll’s House”. Descartaron el nombre. Otra: John y Paul gritaron durante horas hasta desgañitarse, para que sus voces salieran más aguardentosas en la grabación de 'Helter Skelter', y vaya si lo lograron. Y mi preferida, por la polémica que desató en 1980. John Lennon fiel a su estilo transgresor hizo una declaración explosiva en la revista Playboy: "'Oh! Darling' fue una gran canción de Paul que no cantó demasiado bien. Yo siempre pensé que podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Pero él la escribió y por norma general el que escribe la canción la canta, así que yo no la canté, qué le vamos a hacer". No estaba tan errado.
La verdad, de haberme tocado transitar con vida aquellos años, no se cómo hubiese tomado la tapa del diario Británico Daily Mirror esa mañana del 10 de abril de 1970, día en que se hizo pública la separación. Cuenta la leyenda que la noticia recorrió el mundo en cuestión de horas, cuando en aquel tiempo no existían ni celulares, ni los sms, ni whatsapp, ni youtube, ni la información tenia la estrepitosa velocidad de los días que hy nos tocan en suerte. Creo que lo hubiese vivido con mucha tristeza, con la congoja de entender que era el fin de una era. De final de una etapa única.
En fin, desde aquel día que me encontró jugando en el living de mi casa de Rosario del Tala, en adelante los Beatles se convirtieron en mi banda de culto. Obvio, siendo tan pequeño, la Beatlemanía ingresa con la etapa clásica, con sus cinco primeros discos. Solo entre 1963 y 1965 hicieron: Please Please Me, With the Beatles, A Hard Day's Night, Beatles for Sale, y Help. Con el correr de los años mi fanatismo se fue volviendo cada vez peor, hasta tomar ciertos rasgos obsesivos. Sacaba un disco y ponía otro. Solo los Beatlemaníacos pueden saber de qué estoy hablando. Ya en mi adolescencia pude entender en toda su complejidad la etapa experimental de la banda, la mejor, a mi entender. Rubber Soul, Revolver, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, Magical Mystery Tour, TheBeatles (más concido como el Album Blanco), Yellow Submarine, Abbey Road, y el último, de 1970, Let It Be.
Los Beatles pueden gustar poco, mucho, o más o menos. Pero una cosa es innegable: No resulta posible pensar hoy la música moderna sin ellos. Su estilo novedoso impuso un nuevo formato para la música, que condiciono a la industria en su totalidad, dejando una marca que quedará registrada para siempre en la historia de los tiempos. Hace apenas días atrás, Charly García dijo en una entrevista: "Hay que derribar algunos mitos: Que acepten a Los Beatles como música clásica, porque lo es". Y… Si lo decís vos, Charly.
@JoaquinitoAzcu
Sin embargo hay una anécdota de mi infancia que sigue estando muy fresca, y la recuerdo como si fuera hoy. La primera vez que los escuche habré tenido unos cuatro o cinco años, en mi primer departamento, un Fo.Na.Vi de Rosario del Tala, chiquitito, acogedor, plagado de afecto. Recuerdo que estaba mi abuela -“Abuelina”, para nosotros- de visita. Me encontraba jugando en el living-comedor, en un momento dado el Pancho levanta la tapa del tocadiscos Noblex, y empieza a sonar “A hard day's nigth”. Mi temprana entrada al Mundo Beatle no pudo haber sido tan sublime.
Siempre dije que suenan infinitamente mejor en vinilo. Siempre. Porque su obra inigualable fue grabada y pensada para esa tecnología. Los Beatles son de vinilo. Son vinilo. Pueden darse el lujo de no llevarle el apunte a los avances en materia de sonido, a pesar de que el mercado intente imponer sus rematerizaciones en CD como lo nuevo y novedoso, rematerizaciones que, obviamente -a pesar de lo que digo más arriba-, intentaré comprar ni bien tenga disponibles dos mil pesos en mi mano. Y hoy, jueves 29 de Agosto de 2013, los tipos siguen siendo noticia, y siguen sacudiendo el mundo de la música: Se espera que salga al mercado un segundo álbum recopilatorio de actuaciones en directo, grabadas para una emisora de la BBC (http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2013/08/29/noticia_0035.html).
¿Cómo pueden estos muchachos británicos, 40 y pico años después, seguir generando tanta expectativa? El error quizá consista en pensarlos como “una banda de música”, y reducirlos solo a eso. Hace mucho tiempo dejaron de ser solo un cuarteto musical, que supo componer una infinidad de hits y vender discos como nadie nunca. Creo, la historia los ubicó en otra categoría: en la de MITO.
Son innumerables las historias y leyendas que aún rodean a la banda y a su obra musical. Hay casi tantas anécdotas como temas que compusieron. Leyendas, como la que sugiere que Paul McCartney esta supuestamente muerto, en la tapa del Abbey Road. Dudas sobre el origen de sus canciones, un ejemplo es ‘Lucy in the Sky whit Diamonds´, de la cual nadie termina de saber si su nombre surgió inspirado en el dibujo de una amiga de Julian, que éste hizo llegar a manos de John, o es la abreviación encubierta de LSD (acido lisérgico), en momentos en que -se rumoreaba- la banda venía experimentando con esa droga. O la duda que recae sobre si ‘Eleanor Rigby’, personaje ficticio según el mismísimo McCartney, existió realmente o no. Es que años después de la separación de la banda apareció un supuesto documento firmado por la Sra. Eleanor, lo que volvió a desatar la polémica, a pesar de que Paul declarara públicamente que “Eleanor Rigby es un personaje totalmente ficticio, producto de mi imaginación, Pero si quieren probar que un personaje ficticio existe, no me molesta en absoluto”. Anécdotas de a montones: El Álbum Blanco, en realidad se iba a llamar “A Doll’s House”, pero otra banda británica de rock progresivo llamada “Family” saco, apenas meses antes, un disco titulado “Music on the Doll’s House”. Descartaron el nombre. Otra: John y Paul gritaron durante horas hasta desgañitarse, para que sus voces salieran más aguardentosas en la grabación de 'Helter Skelter', y vaya si lo lograron. Y mi preferida, por la polémica que desató en 1980. John Lennon fiel a su estilo transgresor hizo una declaración explosiva en la revista Playboy: "'Oh! Darling' fue una gran canción de Paul que no cantó demasiado bien. Yo siempre pensé que podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Pero él la escribió y por norma general el que escribe la canción la canta, así que yo no la canté, qué le vamos a hacer". No estaba tan errado.
La verdad, de haberme tocado transitar con vida aquellos años, no se cómo hubiese tomado la tapa del diario Británico Daily Mirror esa mañana del 10 de abril de 1970, día en que se hizo pública la separación. Cuenta la leyenda que la noticia recorrió el mundo en cuestión de horas, cuando en aquel tiempo no existían ni celulares, ni los sms, ni whatsapp, ni youtube, ni la información tenia la estrepitosa velocidad de los días que hy nos tocan en suerte. Creo que lo hubiese vivido con mucha tristeza, con la congoja de entender que era el fin de una era. De final de una etapa única.
En fin, desde aquel día que me encontró jugando en el living de mi casa de Rosario del Tala, en adelante los Beatles se convirtieron en mi banda de culto. Obvio, siendo tan pequeño, la Beatlemanía ingresa con la etapa clásica, con sus cinco primeros discos. Solo entre 1963 y 1965 hicieron: Please Please Me, With the Beatles, A Hard Day's Night, Beatles for Sale, y Help. Con el correr de los años mi fanatismo se fue volviendo cada vez peor, hasta tomar ciertos rasgos obsesivos. Sacaba un disco y ponía otro. Solo los Beatlemaníacos pueden saber de qué estoy hablando. Ya en mi adolescencia pude entender en toda su complejidad la etapa experimental de la banda, la mejor, a mi entender. Rubber Soul, Revolver, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, Magical Mystery Tour, TheBeatles (más concido como el Album Blanco), Yellow Submarine, Abbey Road, y el último, de 1970, Let It Be.
Los Beatles pueden gustar poco, mucho, o más o menos. Pero una cosa es innegable: No resulta posible pensar hoy la música moderna sin ellos. Su estilo novedoso impuso un nuevo formato para la música, que condiciono a la industria en su totalidad, dejando una marca que quedará registrada para siempre en la historia de los tiempos. Hace apenas días atrás, Charly García dijo en una entrevista: "Hay que derribar algunos mitos: Que acepten a Los Beatles como música clásica, porque lo es". Y… Si lo decís vos, Charly.
@JoaquinitoAzcu
29 de Agosto de 2013