miércoles, 16 de septiembre de 2015

Tres poemas en musa


Reencuentro

Quince años de invierno
y cuatrocientos kilómetros de distancia.
Metáfora de una historia;
paradoja de apariencia irresoluble.
Números que me obsesionan, 
pero que me inundan de vida.

Sos esos ojos rasgados.

Esa mirada que se posa sobre mí; 
un poema melancólico de Machado,
esas mariposas.
Que me llenan de un 'Se puede',
de un 'Esto sí vale la pena'.


Entresueños


Hoy, entresueños, decidí que quiero tenerte como compañerita de vida.
Fantasié nuestros cuerpos entrelazados, noche tras noche, eternamente;
Pude imaginarte en mi regazo, piel con piel, meciéndote, suave, sutil;
Y concluí: nada malo puede germinar entre tanto afecto.

Hoy, entredormido, escribí mentalmente estos primeros versos.
Contigo mis sueños son en prosa, musa de estrofas acarameladas;
Razón de mi deseo, motor de mis acciones, enfermera de mis miedos.
Sos el velo que todo lo tapa, que me embriaga, y no me importa que así sea.

Hoy, entresueños, decidí que quiero tenerte como compañerita de vida;
pero hasta dudo que así haya sido, si seré yo quien tomó esa decisión
O será todo esto que nos pasa, hermoso e insondable nos pasa,
quien estará tomando decisiones por mí. Y por nosotros.


Amor desinteresado

Me prometí quererte con desenfado

con estrofas puras de toda pureza.
Y descubrir una nueva forma de amar, 
sin correspondencia, sin esperanza, sin ligereza.

Me prometí que seguiría con esto, 

sin miedo a que dure poco. 
Sin miedo a que no sea lo esperado, 
sin miedo a volverme loco.

Porque el loco de toda locura,

por fuera de toda razón y consuelo,
una cosa seguro ha entendido:
Para poder ser feliz no se debe tener miedo.




@JoaquinitoAzcu
Santa Fe, 16 de Septiembre de 2015