“La prensa libre ante el desafío de la mordaza política: Por
qué el periodismo independiente debe defender su “derecho inalienable a voltear
gobiernos, impulsar lobbies empresariales, operar, crear imperios monopólicos y
apropiarse de hijos de desaparecidos”
*Revista Barcelona,
el 11 de septiembre de 2009
1) La Ley de Medios es producto de
un proceso político, que tuvo sus inicios a finales de la década del ´80, que involucró a todos los actores que son parte del sistema de medios en argentina, a diferentes organizaciones sociales y sectores políticos que fueron llenando de contenido al proyecto y dieron sus puntos de vista, y que configuró un amplio debate colectivo -que se materializó en diferentes foros, audiencias públicas, y demás
instancias previas a su llegada al congreso de la Nación, donde fue
finalmente sancionada- sin precedentes. Su legitimidad absolutamente
mayoritaria es incuestionable.
2) La posición
hegemónica y dominante del Grupo multimedios Clarín, no se concretó
exclusivamente con la apropiación ilegal de Papel Prensa durante la última
dictadura. Ese fue un primer paso. Se reafirmo durante la vida institucional,
en un primer momento, con las concesiones del gobierno Menemista que autorizo
la venta de Canal 13, y amplió de 4
a 24 la cantidad de licencias que podía tener una
empresa. Luego, el gobierno de Fernando De la Rua cumplió su promesa de campaña de presentar un
nuevo marco legal que democratizara los medios, pero lo hizo sin ninguna
convicción, ni voluntad política real, y el proyecto durmió el sueño de lo
justo. Y, como tercer hito, el ex-presidente Néstor Kerner en 2005 decretó
la ampliación por 10 años más de las licencias de radiodifusión vigentes, y a
finales de su mandato -en diciembre de 2007- autorizó la fusión
Cablevisión/Multicanal. En suma, el Grupo Clarín es una suerte de Frankenstein,
que tiene varios padres.
3) Banco a la Ley de Medios. Banco que mi
partido haya discutido a fondo su posición política en el año 2009, y la haya
acompañado. El kernerismo pasa. La ley de medios queda.
4) Una cosa es la Ley de Medios. Otra, el Grupo
Clarín. Asociar una cosa a la otra, y mostrarlas indisolubles, ha sido la
coartada perfecta de una y otra parte: de Clarín, para victimizarse, entrar en
la disputa política real, y hacerle pagar un costo político alto al Gobierno de
cara a la sociedad. Y el kernerismo, usando a Clarín como excusa/escudo de
todas sus limitaciones, tropelías, contradicciones.
5) ¿Qué estuvo
esperando el kirchnerismo en estos cuatro años para hacer aplicar los aspectos
no cuestionados de la Ley?
Digo, más allá de la desinversión y el debate de la libertad de expresión, la
ley podría haber sido operativa en todos los otros aspectos. Pero claro, había
que hacer tiempo, tirar la pelota afuera, y darles una manito a Cristobal
López, Vila/Manzano y Szpolsky, para que se quedaran con todo lo que no fuera
Grupo Clarín.
6) El fallo de la CSJN me parece ejemplar en
muchos aspectos. Es ecuánime, en tanto no ahorra críticas hacia
el Gobierno Nacional (reparto de subsidios, pauta oficial, necesidad de
autonomía y perfil técnico del AFSCA, etc). La sentencia dejo desorientado a
más de un oficialista, quienes hasta hace horas repetían la cantaleta
estigmatizante de “la corte opositora”. Se vieron sorprendidos por la
resolución favorable. Por esa razón, hoy, LA CORTE VOLVIÓ A SER
BUENA. Y Lorenzetti rubio, alto, y de ojos celestes. Ah no, para, ya era.
7) ¿Alguien me
explica a qué fue Sabbatella ayer a la mañana a las puertas del Grupo? Mas allá
de haber ensayado un show mediático lamentable, digo.
8) Continúo, la CSJN en su fallo hizo un
apartado interesantísimo sobre el tan mentado tema de la libertad de expresión
(y aclaro algo antes de continuar con el comentario: Cuando los medios de
comunicación empiezan con el agite de la libertad de expresión, TIEMBLO, porque
detrás de eso siempre -siempre!- hay una estrategia de apriete y negociación.
Los perjudicados? Obvio, los boludos, nosotros). La Corte deja entrever que, más
allá del pedido de que se garantice la libertad de expresión como derecho
absoluto, dijo que el propósito democrático elemental debe ser el de bregar por
la igualdad en las condiciones de acceso a los medios. Dicho en otras palabras,
los Supremos amplían el concepto de "libertad de expresión" -el cual
en más de una oportunidad es difícil disociarlo de la "libertad de
empresa"- por el de "Derecho a la Comunicación",
que lo engloba y lo democratiza.
9) Ahora que la Corte Suprema es
BUENA y que Sabatella, de tan chocho que esta con sus fallos, va hasta las
puertas de Clarín a querer hacerlo cumplir, díganle a Bossio que, ya que está,
se pegue una vuelta por la ANSES
y haga cumplir el fallo Badaro, así empiezan a pagar el 82% móvil a jubilados.
Y bueno, de paso, chíflenlo a Cabandié (pobre Cabandié, le pegamos hasta cuando
no tiene nada que ver) para se ponga al frente del cumplimiento del fallo de
2007, de saneamiento del Riachuelo. Que ayude a limpiarlo, él, que vio peces de
colores en su correntada.
10) El discurso
de la épica antimonopólica del Gobierno, y un doble estándar moral que llega a
dar arcadas. Para el kirchnerismo hay MONOPOLIOS BUENOS y MONOPOLIOS MALOS. Los
BUENOS: Barrick Gold, Chevrón, Monsanto, Electroingeniería, Grobocopatel, y las
nuevas niñas mimadas: las Telefónicas -Claro, Personal y Movistar- con quienes,
sospecho, existen relaciones carnales. De no ser así no se entiende porqué no las declaran servicio público. Los MALOS? Clarín, obppiamente.
11) Vuelvo a
repetir: Una cosa es la Ley
de Medios. Otra, el Grupo Clarín. La vocación oficialista después de aprobada
la ley, no fue democratizar los medios sino configurar su propio multimedios,
con empresarios amigos. La estrategia de combatir el monopolio ajeno, armando
el propio. Hacer la guerra en nombre de la paz. Díganme, cómo no amar a estos
tipos.
12) Volvamos a
este chico, Sabbatella: Quién guiona al Gobierno? El enemigo? Esa es la
pregunta que me da vueltas en la cabeza. Digo, con la atropellada de ayer,
pregunto, no vuelven a victimizar a Clarín en la pública? No me extrañaría que
la cuadrilla de abogados del Grupo Multimédios estén craneando otra maniobra
dilatoria, y haya que volver a esperar otra apelación, otra sentencia, y así…
Siempre amparándose en el accionar deliberado y arbitrario de Sabbatella. Era
necesario? Si este gobierno tuviera reflejos tan rápidos con la inflación, como
los tiene con este tema, a lo mejor podría llegar a fin de mes.
13) Me pongo
paranoico de a ratos. Pienso: No será intencional el “desatino” de Sabbatella?.
Y con esto vuelvo al punto 5: Seguir machacando con el tema Clarín para evitar
la mirada de la opinión pública sobre un montón de problemas acuciantes, y, de
paso, ahuyentar los fantasmas del mazazo electoral del domingo. No soy muy
amigo de las teorías conspirativas, porque todas ellas sobreestiman demasiado a
la inteligencia humana, pero, porqué no. En el ámbito empresarial, a eso se le
llama "WIN-WIN Situation". Todo ganacia para el oficialismo.
14) Más allá de
todas las consideraciones que hice anteriormente, que necesariamente mezclan
aspectos políticos, técnicos y opiniones personales, celebro el fallo de la Corte. Los Supremos
supieron sostener una posición y fueron coherentes con ella. Eso es lo bueno de
la democracia: Que los diferentes Poderes funcionen, cumplan el papel que
tienen asignados, y ejerzan los frenos y contrapesos necesarios. Esta Corte
podrá ser criticada, pues no hay poder del Estado que sea perfecto, pero es
indudable su solvencia técnica, y su intento permanente de ejercer independencia en
cada uno de sus fallos. Después, en los años que vienen, será la política la
encargada de sumar ruido a temas como éste, y no esta mal que así sea. Para eso
están las leyes, para ser cambiadas, mejoradas -o no-, si los tiempos políticos
así lo requieren.
15) Ahora si, sus
comentarios, aportes, puteadas y sugerencias.
@JoaquinitoAzcu
Santa Fe, 1º de Noviembre de 2013